Cuando
el conflicto se instala en una pareja, desgasta la relación y ambos son
infelices.
Cuando
le decimos las cosas más desagradables a la persona que queremos, cuando
termina en gritos mutuos cualquier intento de llegar a un acuerdo, cuando
hablamos con aspereza a nuestra pareja y actuamos de algún modo que nos genera
remordimiento y esto se repite una y otra vez, es necesario detenerse y pensar.
Es
necesario volver a aprender a hablar y a escuchar, aprender a comprender, a
negociar y a intimar, a ser capaces de disculparnos y de darle la vuelta a la
situación.
Sucede
con frecuencia que uno de los dos o los dos son capaces de iniciar una
conversación emocionalmente calmados, con buenas intenciones y conscientes de
su mutuo compromiso y amor, pero si no se tiene la capacidad de permanecer
calmados y el conflicto no puede ser resuelto fácilmente, uno de los dos (y
muchas veces los dos) empezará a sentirse progresivamente más enfadado y dejará
de describir con precisión lo que desea, dejará de escuchar con empatía,
expresando mucha hostilidad y ofuscamiento, dejando de comprender el punto de
vista del otro y olvidando su amor recíproco.
Después
de cada una de estas disputas, los dos se han comportado de manera dañina y
cuando recuperan su equilibrio emocional lamentan su propio comportamiento.
Esto hace a la pareja más vulnerable a las situaciones de conflicto por temor a
su propio comportamiento y al de la pareja con el consiguiente deterioro de la
relación y del bienestar individual de cada uno.
Tratar
mal al otro no tiene sentido, ya que muy probablemente seremos maltratados a
cambio.
Ante
una situación difícil o conflictiva uno puede “interpretar” la situación,
juzgarla, huir de ella e intentar evitarla y quedarse bloqueado en el enfado
que la situación le produce. Este enfado incrementa los juicios, que a su vez
aumentan su enfado, lo que conduce a una expresión ineficaz de lo que se
necesita, creciendo la incomprensión, la distancia y el conflicto mismo.
¿Cuál
es entonces la alternativa eficaz en estas situaciones?
Se
trata de desaprender estos patrones destructivos (interpretar, hacer
valoraciones y jugar de manera casi automática)
Aumentar
la toma de conciencia del otro y dejar pasar los juicios, en cualquier situación
en la que tu pareja esté presente. NO pensar. NO interpretar. NO juzgar al otro
y NO perder el tiempo fijándote en lo que tu pareja NO está haciendo.
Simplemente date cuente de la presencia de tu pareja, de que estáis ahí juntos
en el día a día, en vuestras vidas.
1.La
próxima vez que estás comiendo con tu pareja, utiliza unos segundos cada pocos
minutos para darte cuenta de que tu
pareja está ahí, comiendo y sentada junto a ti.
2.Si
te quedas durmiendo más que tu pareja o te levantas antes, toma unos segundos para
darte cuenta, de que estáis juntos en la cama, compartiendo las sábanas, el
calor mutuo. Date cuenta de lo que sientes estando tendidos y durmiendo juntos,
aunque no os toquéis en absoluto en lugar de estar durmiendo solo.
3.Cuando
hagáis cosas en la casa, toma un tiempito para ser consciente de tu pareja,
repara en lo que esté haciendo y en que estáis juntos en la vida. Date cuenta
de cualquier sentimiento de calidez.
Si
te descubres a ti mismo/a pensando en una letanía de quejas sobre tu pareja,
preocupándote o resentido/a por las quejas que imaginas que tu pareja tiene
sobre ti, limítate a “pillarte” pensándolo y vuelve a dirigir tu atención a que
tu pareja está presente.
LO
QUE NO FUNCIONA
Comunicar
que lo que el otro siente, piensa, quiere o hace ES EQUIVOCADO, ESTÁ MAL, ES
ILEGÍTIMO O NO MERECE TU RESPETO O TU ATENCIÓN.
Esto
lo manifiestas al NO PRESTAR ATENCIÓN, MINIMIZAR LOS SENTIMIENTOS, CRITICAR ENJUICIANDO,
DECIR AL OTRO CÓMO DEBERÍA SENTIRSE O QUÉ DEBERÍA QUERER.
Mostrar
falta de respeto en general, UTILIZANDO UN TONO O UNA RESPUESTA PATERNALISTA,
ACTUANDO PONIÉNDOTE POR ENCIMA, PENSANDO O MOSTRANDO QUE TU “ERES MEJOR”.
EMITIENDO JUICIOS CRÍTICOS, MOSTRANDO MALICIA O DESPRECIO O TRATANDO AL OTRO/A
COMO SER HUMANO INCOMPETENTE
Describe
tus pensamientos y sentimientos con precisión. Lo ideal es que lo hagas en un
tono tranquilo y cariñoso, no a la defensiva, ni criticando. Y asegúrate de que
validas la decepción de tu pareja.
1.Practica
el estar receptivo/a a tu pareja en situaciones NO conflictivas. Si está
frustrada, ofrece ayuda. Si está angustiada alíviala. Compartid las cargas y
las alegrías.
2.Evalúa
algunas situaciones recientes en las que podrías haber estado más receptivo a
tu pareja de un modo más activo. ¿Qué se interpuso en tu camino?¿Tomaste una
decisión equilibrada o una decisión reactiva? Averigua qué necesitas para estar
más equilibrada/o la próxima vez (dejar de enjuiciar, empatizar con tu pareja…)
3.Cuando
elijas no ser receptivo/a, practica la validación verbal. Asegurate de validar
la decepción de tu pareja el/ella
siente___________dile:”es lo que cualquiera sentiría en esta situación”; dile: “por supuesto, sientes, quieres,
hiciste_________a cualquiera le pasaría igual” Utiliza
tus propias palabras para transmitir lo normal y razonable que es su postura.
Muéstrate de acuerdo en aquello que puedas o por lo menos en su derecho a ver
las cosas tal como las ve.
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Orientadora Familiar
Psicóloga General Sanitaria