martes, 19 de septiembre de 2017

¿Cómo deben intervenir los padres en los conflictos entre hermanos ?



Los hermanos, junto con los padres, nos acompañan en nuestro desarrollo y determinan en gran parte nuestra manera de relacionarnos con los demás, ya que es en la infancia y especialmente en nuestra relación con los hermanos cuando aprendemos a convivir.

Los hermanos son probablemente quienes nos van a acompañar por más tiempo, a lo largo de nuestra vida. Con ellos compartimos la infancia, la adolescencia, parte de la edad adulta e incluso la vejez. 

Son, en realidad, una fuente constante de aprendizaje. Con ellos aprendemos a compartir; a jugar; a luchar; a resolver o a no resolver los conflictos; a dar y recibir apoyo; a entender los puntos de vista del otro, sus emociones, pensamientos e intenciones,  en contraposición a los propios; a ejercer poder y a escapar de él; y a gestionar rivalidades y celos de manera socialmente aceptable.


La relación de los hermanos a lo largo de su vida, está muy influenciada por la relación que tengan los padres entre sí y con ellos. 


Algunos hermanos se llevan bien y son, en general una fuente de compañía y apoyo emocional y material cercana y amorosa. Y otros, tienen una relación mucho más difícil o problemática, incluso agresiva en alguna ocasión. 

Estas dificultades en las relaciones entre hermanos se hacen complicadas para los padres por la fuerte carga emocional que suelen conllevar estos conflictos, convirtiéndose en una fuente de preocupación.

No todos los padres tienen la misma capacidad para tolerar las peleas o conflictos entre sus hijos. Unos intervienen a la primera señal de tensión, otros cuando ya se escuchan gritos y algunos no intervienen hasta que hay un episodio de violencia física.

Lo complicado es acertar, qué hacer y en qué momento.



Por un lado, tomar la iniciativa y resolver el problema, puede impedir que los niños tengan la ocasión de desarrollar estrategias de resolución de conflictos por ellos mismos y acabar empeorando la situación.

Por otro lado, intervenir puede ayudar a disminuir la intensidad de los enfrentamientos y a lograr soluciones más constructivas, imprescindibles para el aprendizaje de cómo llevarse bien con los demás.

¿Cómo, entonces, deben intervenir los padres?

Evitando emitir un juicio sobre la situación.

Estructurando el proceso de negociación

Mediando


Dejando en manos de los propios niños la solución final de cada situación.


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Psicóloga General Sanitaria
Orientadora Familiar




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