“ Si quieres adquirir una virtud que no
posees, imagina que ya la tienes y empieza a actuar en consecuencia. De este
modo acabarás adquiriéndola.” William Shakespeare.
La mayor parte de nuestros problemas y satisfacciones tienen que ver
con nuestras relaciones interpersonales.
Sabemos que las personas somos
interdependientes, que necesitamos el apoyo y los recursos de los demás. Por
eso vivimos juntos, en pareja, en familia y en comunidades.
Es lógico que en esta situación de
interdependencia no siempre salgan las cosas como nos gustarían; no siempre
nuestros deseos pueden ser satisfechos y va a haber frustraciones.
Si a eso le añadimos que no siempre
sabemos expresar adecuadamente nuestras diferencias y utilizamos experiencias
cargadas de emociones y sentimientos que sólo agravan la situación, ya tenemos
servido el conflicto.
Dado que los conflictos son
inevitables, la postura más adecuada para enfrentarlos es aceptar su existencia como algo normal y aprender a manejarlos de forma constructiva.
Y cuando nos acostumbramos a actuar de esta forma obtenemos muchas ventajas ya
que aumentan notablemente nuestras probabilidades de lograr nuestros deseos y
objetivos. Mejoran nuestras relaciones y aumenta el apoyo y la confianza
mutuos, el aprecio y la cooperación, lo que repercutirá en el bienestar de
todos.
En muchas ocasiones lograr esto
requiere de un cambio de actitud por una o ambas partes para evitar o reducir la
intensidad de ciertos conflictos, cediendo
en aquello que no sea importante para nosotros, controlando nuestra expresión
de emociones hostiles susceptibles de ser malinterpretadas y dialogando. Buscando
soluciones negociadas que nos permitan llegar a compromisos aceptables y
satisfactorios para todos.
Y ¿qué podemos hacer ahora mismo para lograr este cambio de
actitud?.
Como decía Shakespeare simular.
Empezar a actuar ante los conflictos, como si ya se hubiera producido en
nosotros este cambio. Mostrarnos
amables, serenos y dialogantes y empezar a observar qué efectos tiene este
cambio de actitud nuestro en los demás y en qué ventajas obtenemos nosotros.
Esto nos ayudará a ir habituándonos a nuestra nueva forma de actuar hasta que
logremos convertirlo en algo automático, con todos los beneficios que esto
supondrá para nosotros y para las personas de nuestro entorno.
Cristina Enseñat Forteza-Rey
Psicóloga Genetar Sanitaria
Orientadora Familiar
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