viernes, 12 de febrero de 2016

Consecuencias psicológicas en procesos de separación o divorcio



Las personas que atraviesan un proceso de separación, se ven en la situación de tener que tomar muchas decisiones importantes, empezando por tener que plantearle  a su pareja que la relación ha acabado, cómo hablarcon los hijos de la situación, buscar abogados... 
En muchos casos tendrán que enfrentar un juicio con su ex pareja y afrontar dificultades económicas, así como la actitud y las reacciones de la familia extensa y los amigos.


Cada proceso de separación es distinto y las personas que lo viven tienen que hacer frente a muchas y diferentes situaciones que dependerán de cómo se produzca la situación, del momento en que se produce la separación de hecho (antes, durante o después de la ruptura) y por supuesto del tipo de relación de la pareja antes, durante y después; la intensidad y la gravedad de los conflictos y los factores de personalidad propios de cada uno.

Pero, en cualquier caso, se producen muchos e importantes cambios en sus vidas que pueden desembocar en problemas de adaptación y generar síntomas de malestar emocional, inseguridad, dudas y la posibilidad de tomar decisiones equivocadas, impulsivas o precipitadas que finalmente van a incrementar sus problemas y a aumentar el estrés al que están sometidos.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, las principales reacciones y las consecuencias psicológicas más frecuentes que pueden experimentar las personas que atraviesan un proceso de separación o divorcio son:

Ansiedad. La ansiedad y toda la sintomatología que la acompaña es una de las reacciones más frecuentes y comunes en estas situaciones, frente al aumento de las situaciones estresantes a las que hay que enfrentarse.

Depresión.  La pérdida de una persona tan significativa en la vida, provoca sentimientos de tristeza, soledad, culpa, desesperanza, pérdida de actividades gratificantes y desilusión respecto al futuro.

Baja autoestima. También es común la sensación de falta de valía personal y la pérdida de autoestima, especialmente en las separaciones conflictivas.

Inadaptación. Puede ocurrir también que la persona se aísle y sienta una desgana generalizada que le impida participar en actividades sociales, alterando las relaciones familiares y sociales, dificultando encontrar o mantener un trabajo y atravesando dificultades económicas. 

Así pués, en función de las diferentes características personales, familiares y sociales que se den durante este proceso, pueden darse distintas consecuencias y reacciones psicológicas en un continuo de menor a mayor gravedad y necesidad de intervención. Desde personas que pueden necesitar una orientación sobre cómo afrontar cuestiones previas a la separación hasta situaciones de especial gravedad en los que la persona pueda llegar a aislarse socialmente y entrar en una espiral de desgana, inactividad, y tristeza que aumente, al mismo tiempo, los síntomas de malestar emocional.







Cristina Enseñat Forteza-Rey
Psicóloga General Sanitaria
Orientadora Familiar



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