lunes, 19 de octubre de 2015

Entrevista con Magdalena Bauzá de Mirabó. Psicopedagoga



Magdalena Bauzá de Mirabó es psicopedagoga y ejerce su profesión en el ámbito privado en Palma de Mallorca desde 2005


Cristina Enseñat-Para quienes no conozcan las diferencias entre un pedagogo, un psicólogo y un psicopedagogo. ¿A qué se dedica un psicopedagogo, cuáles son sus principales ámbitos de trabajo?
Magdalena Bauzá-La función propia de un psicopedagogo es la orientación educativa dentro de los centros escolares y los institutos. Intervienen en casos de fracaso escolar, integración dentro de las aulas, la orientación profesional y la detección de dificultades que requieren ser derivadas a otros profesionales…

C.E.-¿Cuáles son los principales problemas de aprendizaje que se encuentra en su práctica diaria?
M.B.-Dislexias, TDAH y sobretodo poca motivación causada por problemas familiares.

C.E.-¿Piensa que hoy en día estos problemas son más frecuentes que hace unos años, o bien piensa que ahora hay una mayor consciencia o sensibilidad sobre la educación que hace que se detecten más estas dificultades y se pueda intervenir más y mejor?
M.B.-Depende de las dificultades, la dislexia, TDAH y altas capacidades se detectan más; pero los problemas familiares ahora se dan con más frecuencia porqué en una sociedad más compleja, la adaptación es más difícil.
Por otro lado, la crisis económica, ha hecho que haya una mayor motivación hacia los estudios, debido a que ya no es fácil encontrar trabajo sin un título. Y otra consecuencia positiva de la crisis, es que los chicos no están ahora tan mimados, valoran más el valor de las cosas y están más acostumbrados a descubrir el valor del esfuerzo.

C.E.-¿Cuáles son las señales (además de las malas notas) que pueden hacer pensar a unos padres que sus hijos pueden tener algún tipo de dificultad de aprendizaje? ¿Hay algún momento “crítico”? y ¿en qué momento es adecuado buscar ayuda profesional?
M.B-Una señal muy clara es cuando hay una diferencia muy marcada entre las notas de las diferentes asignaturas.
Por ejemplo: muy buenas notas en matemáticas y muy malas en lenguas nos puede estar indicando dislexia, digrafía o disortografía; o al revés, malas notas en matemáticas y a menudo plástica, puede ser indicador de discalculia.
No hay un momento crítico, pero estos diagnósticos no deberían hacerse antes de los 7 u 8 años. Esto no significa que no haya que hacer un trabajo de prevención si hay indicadores.
Sin embargo, podríamos decir que los cambios de etapa son siempre momentos críticos, porqué se cambia de profesores y de sistema y esto puede hacer que una dificultad que no se había visto mucho se destape y se manifieste claramente.

C.E.-¿Cuál debe ser la actitud de los padres ante estas dificultades? ¿Cuál es la mejor ayuda que podemos ofrecer a nuestros hijos?
M.B.-La actitud es atender sin sobreproteger i esto es clave
Los padres deben enterarse muy bien de cuál es exactamente la dificultad de su hijo, para no exigirle ni ayudarle más de lo necesario.

C.E-¿Cómo debería ser la relación entre los padres y el centro escolar? ¿Qué esperan los maestros y tutores de los padres?
M.B.-Debería ser una relación fluida y de confianza. Algunas veces ambas partes están a la defensiva, pero si no miramos en la misma dirección no podemos educar.
Cuando los niños son pequeños los tutores esperan confianza en su labor educativa, por parte de los padres. A partir de secundaria esperan implicación de los padres en la educación de sus hijos.

C.E.-Ahora le voy a pedir que te mojes. Como profesional ¿Qué piensa sobre los deberes? ¿Son realmente una ayuda para mejorar el rendimiento escolar, o bien una sobrecarga de trabajo que genera frustración, cansancio y peleas?
M.B.-Muchos estudios rigurosos relacionan los deberes con buen rendimiento académico. Pero una sobrecarga nunca es positiva, porqué un niño no es solamente rendimiento académico, es una persona completa y a veces perdemos de vista otros aspectos muy importantes, sobretodo el juego.
Tiene que haber siempre un límite de tiempo en función de la edad y las características del niño.

C.E.-¿Cuál debe ser el grado de implicación de los padres en los deberes?
M.B.-Es importante que el trabajo sirva para que el niño refuerce los aprendizajes y para que el maestro sepa si el niño ha comprendido o no la materia, y esto significa que los deberes nunca deberían estar perfectos.

C.E.-¿Alguna recomendación general para ayudar a los padres a ayudar a sus hijos?
M.B.-Apoyar el trabajo de los demás implicados en la educación de los niños, los propios padres, los profesores, el profesor de repaso, el orientador, todos aquellos que con su labor contribuyen a la educación de nuestros hijos.

C.E.-¿Le gustaría añadir algo?
M.B.-Yo creo que el problema principal de la educación en España es que somos expertos en criticar y analfabetos en colaborar.

C.E.-Para mí ha sido un placer poder entrevistarla y compartir este momento. Muchas gracias y hasta pronto.





Cristina Enseñat Forteza-Rey
Psicóloga General Sanitaria
Orientadora Familiar

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